miércoles, 5 de diciembre de 2012

XLVII

Cuando solo su calor tienes,
recorriendo por tus venas,
cuando solo queda su recuerdo,
en tu mente vacia,
cuando solo queda su dolor,
por el haber tenido;
todo por siempre lo  tienes.
Pues su calor ahuyenta el helar,
de la ausencia y la distancia,
su recuerdo borra la soledad;
de la amrga tristeza,
y su dolor te recuerda
cada segundo de felicidad.
Tarha

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